Aunque la Generalitat valenciana había confirmado a Helga Schmidt al frente de la gestión artística del Palau de les Arts de Valencia hace unas semanas, esta parecer estar cansada y harta de tener que ir superando los obstáculos que han ido apareciendo en su camino durante los últimos años. Entre ellos la marcha del recientemente fallecido Lorin Maazel, los problemas del edificio diseñado por Calatrava, los constantes recortes del presupuesto con el consiguiente ERE y, el último, la marcha de Zubin Mehta al no haber logrado el director de orqueta indio un acuerdo con la Administración valenciana para mejorar la situacion de la orquesta (ampliar una plantilla diezmada tras la marcha de Maazel) y un presupuesto que se equipare un poco al de otros grandes coliseos nacionales, como el Liceo o el Teatro Real.

Esto habría motivo su decisión de Schmidt de negociar con la Generalitat su salida del Palau de les Arts, como hace unos días informaba el diario «Las provincias» en sus páginas, en las que afirmaba que «tras un año difícil, la intendente de Les Arts, Helga Schmidt, ha expresado su cansancio a las máximas autoridades de la Generalitat, pero también se ha comprometido a no abandonar su puesto hasta que el Consell no tenga el sustituto».

El día de la despedida de Zubin Mehta del foso del Palau de les Arts, con una función de «Turandot, Schmidt ni confirmaba ni desmentía a un grupo de periodistas su deseo de permanecer al frente de la institución que ha liderado desde su inauguración en 2006. Su única respuesta fue el silencio. Tal vez ya entonces tuviera tomada la decisión.