Robert Carsen, el director de escena de esta renovada ópera, ha subrayado este jueves en rueda de prensa "hasta qué punto era profético Richard Wagner sobre los conflictos entre la actividad humana y la naturaleza, en el contexto histórico de los albores de la revolución industrial", y ha desvelado que "la importancia de la destrucción ecológica se verá a medida que el ciclo se vaya completando".
El director canadiense ha remarcado que Wagner "fue clarividente al ver la incapacidad humana para entender cuál es su papel en el mundo, cuando actualmente vemos todo el daño que el hombre esta causando al planeta", y en este sentido, ha añadido, el compositor "se anticipó en cierta manera a la historia".
La naturaleza se hace presente en este montaje precisamente por la ausencia sobre el escenario de elementos naturales, sustituidos a por imágenes de vertederos y de obras en construcción, en un ambiente oscuro y tenebroso.
El oro del Rin se representará en el Liceo en ocho funciones entre el 20 de abril y el 2 de mayo bajo la batuta del director titular del coliseo, Josep Pons, y un extenso elenco de cantantes encabezado por Albert Dohman (Wotan), Andrew Shore (Alberich) Mihoko Fujimura (Fricka) y Ewa Podles (Erda).
El anillo del nibelungo es un ciclo de cuatro óperas con texto y música de Wagner que tiene como hilo conductor la posesión de un anillo mágico, forjado por el nibelungo Alberich, que otorga a quien lo posee el dominio del mundo, a cambio de la renuncia al amor. Todos los habitantes de este mundo -dioses, hombres y nibelungos- están dominados por el deseo de poseer el anillo, excepto el protagonista, Siegfried, un héroe libre de los anhelos del poder.
El oro del Rin es el prólogo de esta historia, al que siguen La Valquiria, sobre el origen del héroe de la saga, Siegfried, que muestra la gloria del personaje, y El ocaso de los dioses, que abarca su caída y derrota, óperas que el Liceo ofrecerá en sus próximas temporadas como celebración del bicentenario del nacimiento de Wagner.
El oro del Rin se inicia con un preludio que evoca la construcción armónica de un mundo surgido del caos poblado por personajes como Wotan, el rey de los dioses, el nibelungo Alberich, los gigantes Fasolt y Fafner, las diosas Freia y Erda, además de semidioses, ninfas o elfos, que protagonizan una trama marcada por ambiciones, pasiones y venganzas muy humanas.
Robert Carsen ha señalado que este montaje, representado anteriormente en Colonia, Venecia y Shangai, tendrá en Barcelona, "una ciudad con gran tradición wagneriana", una versión "más trágica y emotiva" que en los anteriores, donde los aspectos irónicos de la ópera eran más relevantes.
Carsen ha comparado la tragedia que envuelve al dios Wotan y la lucha por la posesión del anillo con el papel de los actuales políticos, su lucha por el poder y su anhelo por conservarlo cuando lo obtienen, sin reparar a veces en las consecuencias de sus actos. Pese a la lectura pesimista que puede deducirse de la obra wagneriana, Carsen considera que el autor también "abre una puerta a la esperanza" al mostrar que "la lucha por el poder no tiene sentido".
Josep Pons ha destacado por su parte la "complejidad" de dirigir musicalmente una ópera de Wagner, donde se encuentran "ecos del clasicismo pero también toda la grandeza de su lenguaje", y ha señalado que aborda la partitura como si fuera "teatro musical" y pensando que la orquesta debe estar al servicio de la línea vocal.
En este sentido, Pons considera que la orquesta no debe "tapar las voces" de los cantantes, mientras ha reconocido que la música de Wagner puede tener un efecto narcotizante y convertirse en "una obsesión", lo que no ocurre con otros compositores.
Los cantantes Albert Doham, Andrew Shore y Ewa Podles han expresado su satisfacción por actuar en el teatro del Liceu a las órdenes del maestro Josep Pons, y en este sentido Doham ha declarado "estar encantado de poder cantar Wagner y no gritarlo", para lo que, ha remarcado, es necesario una gran experiencia.
Ewa Podles, que da voz a la diosa de la naturaleza Erda en un breve papel, ha insistido en el carácter ecológico de la obra, pues "su aviso a Wotan de que todo lo que vive puede morir no es una profecía, realmente conoce el futuro".
El director artístico del Liceu, Joan Matabosch, ha asegurado que pese a las actuales dificultades económicas, el Liceo completará la tetralogía wagneriana -"hemos dicho que la haremos, y la haremos"- en cuatro temporadas, al igual que otros teatros operísticos, porque "hacer todo el ciclo en una sola temporada es complicado desde el punto de vista económico".