Rafael Frühbeck de Burgos cumple hoy la cifra redonda de 80 años. Lo celebrará en Madrid rodeado por su familia y con la grata satisfacción de llegar a ellos colmado de homenajes que comenzaron en agosto en el prestigioso Festival de Tanglewood. Luego llegaría Nueva York, donde la Filarmónica le agasajó con «una manzana de Tiffany’s». También las altas instancias ha recordado tan importante fecha. «El presidente de Alemania [Joachim Gauck] me ha mandado una carta agradeciéndome mi aportación a la música alemana», asegura el director que ha liderado formaciones como la de Dresde y ha sido director de la Deusche Oper de Berlín. La Reina Sofía le remitió el viernes un telegrama leído durante el concierto que ofreció en su ciudad natal, Burgos, al frente de la Sinfónica de Dinamarca, de la que es titular desde 2012. Homenajes que continuarán en Madrid, donde dirigirá el próximo fin de semana en el Teatro de la Zarzuela «La tempranica».
A pesar de la visible pérdida de peso, tras haber sufrido dos operaciones en el último año, Frühbeck de Burgos mantiene el entusiasmo y el nervio de siempre, lo que le permite abordar al año más de cien conciertos. «Este año ya he hecho 73», afirma con orgullo. Las mejores orquesta de Estados Unidos, como la de Filadelfía, la de Boston y la de Nueva York, le llaman cada año «y cómo les voy a decir que no», se justifica en una conversación con ABC.
«Creo que nunca he dirigido tan bien como ahora»
-¿Qué poder tiene la batuta para continuar dirigiendo con 80 años? Hay otros ejemplos como los de Boulez, Abbado o Masur.
-Dicen que el hacer ejercicio con los brazos por encima del corazón es muy bueno médicamente. Luego esta profesión de director es la que menos exigencias físicas tiene frente a la de otros músicos. Esa generación a la que se refiere ha dado muchos directores muy buenos; la siguiente, dio muy pocos y la actual va a ser extraordinaria. Eso es algo que se ve de lejos.
-¿Tiene algún director joven favorito?
-Dudamel me parece que tiene un talento sensacional. Conozco alguno español, pero no quiero citar ninguno en particular. Creo que van a hacer cosas muy buenas.
-¿Conoce a David Afkham, nuevo directo titular de la ONE, formación que usted dirigió durante 17 años?
-No le conozco. No puedo opinar.
-Ha hecho balance de estos 80 años.
-No, ya lo harán otros por mí (bromea). Yo prefiero mirar hacia adelante.
-¿Ha cambiado mucho el mundo de la música desde que usted comenzó?
«Hoy los músicos tocan mucho mejor técnicamente pero les falta personalidad»
-La crisis está afectando gravemente a la cultura en España, pero también en Estados Unidos algunas orquestas se han enfrentado a la bancarrota...
-Allí funcionan perfectamente. Tienen problemas pero menores que aquí. Si algunas orquestas peligran no es por la crisis sino porque están mal gestionadas. Allí no es el papá Estado quien las subvenciona, tienen que sacar dinero con el teatro lleno. No se pueden hacer experimentos absurdos.
-¿Sigue de cerca la situación en España?
-Aquí no tenemos un duro, eso está claro. El concierto de ayer en Burgos contó con una subvención de una empresa danesa. Creo que las locomotora de Estados Unidos, de Alemania y Francia ya ha empezado a funcionar y va a tirar de todos nosotros
-Con 80 años, ¿qué le sigue motivado a usted para ponerse delante de una orquesta?
-Yo cada día disfruto más de la música. Este año, por ejemplo, he grabado en DVD, con la Sinfónica de Dinamarca, todas las sinfonías de Beethoven. Siempre me han gustado pero nunca había disfrutado tanto como ahora. Lo que me motiva es hacer buena música.
-¿No ha pensado en retirarse?
-No, jamás. No sabría que hacer. Continuaré hasta que el cuerpo aguante. Si me muero sobre un escenario, mejor.
-¿Qué proyectos tiene?
-Volveré antes de Navidades con la ONE, queme rendirá un pequeño homenaje. También haré la «Novena» con la Sinfónica de Madrid, algo que vengo repitiendo en los últimos años; y la noche de San Silvestre daré un concierto en Copenhague con la Sinfónica Danesa.
-Además de consolidar su carrera con el repertorio centroeuropeo ha llevado nuestra música y a nuestros artistas por todo el mundo. Aquí, en España, resulta difícil defender nuestro repertorio sin que te tilden de nacionalista.
-La música española, no hablo de lo que han hecho los demás, han tenido un éxito extraordinario conmigo. España tiene unos cantantes y unos artistas estupendos, y, al igual que en el fútbol, deberíamos intentar optar a la copa de Europa y, por supuesto, ganarla. También he de decirle que no conozco bien la situación en España, vengo a dirigir y no me ocupo de otras cosas.
-Entonces no ha seguido el relevo artístico del Teatro Real.
«A uno le da un poco de vergüenza cómo se han hecho las cosas en el Real»
-Usted también sufrió cuando fue relevado en la ONE. ¿Parece que las formas no cambian?
-Hay quien considera que un punto bajo de mi carrera fue mi salida de esta orquesta y eso no fue así. Fue negativio para ella, que en seis meses estaba deshecha. Todo el tiempo que perdía hablando con subsecretarios y directores generales, lo dedico a estudiar, y me lo paso mucho mejor. Yo tenía que defender a la ONE de la propia Administración. Donde estoy ahora no tengo nada que ver con la política.