El ensayo general del segundo reparto de «La del manojo de rosas» transcurría ayer con normalidad, hasta que sucedió algo extraordinario. En la radio del taller donde trabaja Joaquín, comienza una sonar una música que no estaba en el guión. «¿Pero qué es esto?», comenzaron a interrogarse los intérpretes de la popular zarzuela de Sorozábal. «Es “La chulapona” cantada por una gran maestra, Teresa Berganza».
«Sin el público los artistas no somos nada. A él le debo mi carrera»
A este homenaje se fueron sumando en el escenario artistas y amigos de la cantante, como María Bayo, Ruggero Raimondi (su Escamillo tantas veces en «Carmen»), Luz Casal, por la que siente una amistad muy entrañable -«sabes que te adoro»-; el compositor Antón García Abril y el tenor Luigi Alva, su Conde Almaviva en «El barbero de Sevilla», que le regaló una foto enmarcada en plata al final del acto.
El público puesto en pie le tributó un largo aplauso a la mezzosoprano que apenas podía hablar por la emoción ante el inesperado homenaje. «No ha venido ningún médico, porque lo voy a necesitar», bromeó. «Este año de cuatro veces 20 (cumplió 80 años esta primavera) he recibido muchos homenajes, premios... pero no esperaba algo así. No sé si lo voy a poder resistir. Hasta mis hijas y mis nietos me han engañado. Me habéis hecho el regalo más grande de mi vida. Ya me puedo ir tranquila. Os quiero», confesó feliz de poder compartir ese momento con la gente que más quiere: «Los cantantes, mis amigos y el público, porque sin él los artistas no somos nada y siempre me ha querido. Sin él yo no hubiera hecho mi carrera».
El director del Inaem descubrió una placa con su nombre en la calle de «La del manojo de rosas»
Entre los asistentes a la velada se pudo ver numerosas caras conocidas, como al exdirector del Inaem y exdirector de la Zarzuela, José Antonio Campos; la exgerente del Teatro Real, Inés Argüelles; al director de orquesta y compositor, José Ramón Encinar; al tenor Aquiles Machado y al director de escena José Carlos Plaza, al que Berganza comentaba su tristeza por no haber trabajado nunca juntos. «Todo se andará, seguro que algo hacemos porque tu además de cantante eres una actriz».