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Daniel Barenboim: "Tocar en una orquesta es la mejor lección de democracia"

26/6/2019 |

 

Daniel Barenboim. Buenos Aires, 1942. El aclamado director de orquesta atiende a este diario por teléfono desde Berlín. Ultima el concierto que ofrecerá este domingo en el Teatro de la Maestranza de Sevilla con la Orquesta West-Eastern Divan, que cumple dos décadas.

En 2020 se cumplirán 70 años de su primer concierto en Buenos Aires. Usted tenía 7 años. ¿Cómo lo recuerda?
Estaba muy contento. Era mi primer concierto y por lo tanto tenía cero experiencia. Cuando terminé el programa y la gente aplaudió, yo enseguida tocaba un bis tras otro. Al séptimo, seguían aplaudiendo... Salí y le dije al público: "Lo siento, pero he tocado todo lo que sé; no tengo más".

Alguien como usted, que lleva toda una vida dedicado a la música, podrá definirla mejor que nadie. ¿Qué es la música?
No se puede definir con palabras, pero sí se puede hablar de lo que la música puede representar para el ser humano. Nos permite tener impresiones, sentimientos o emociones que no son posibles sin ella. Por ejemplo, la música nunca sonríe y la música nunca llora, pero la música sonríe y llora simultáneamente. Nunca ha visto a un ser humano que llore y se ría al mismo tiempo. Pero lo más importante es el sentido del tiempo. Cuando se toca o se oye una obra de música es como toda una vida, y en cada obra hay matices, diferentes volúmenes, colores... como en la vida. Hay pausas, silencios... el silencio en la música es tan importante como el sonido. Todas esas pausas en una pieza musical nos preparan para el final de la obra, que es la muerte. El ser humano es capaz de muchas cosas, se puede imaginar lo que puede ser es la muerte, pero no se puede sentir como con la música porque la vida es el sonido. Es una cosa bastante profunda.

¿Debe llegar al corazón o al cerebro?
A ambos. La música no se para y une. Es una gran pena que no haya suficiente educación musical en las escuelas de todo el mundo. La música te enseña a vivir con el otro, a dialogar con él, a veces en contrapunto, porque no siempre estamos de acuerdo con el otro. Tenemos que oírle y saber quién tiene la voz principal. Y tocar en una orquesta es la mejor lección de democracia que haya en el mundo. Hoy tú eres el primer oboísta con el tema principal, y toda la orquesta baja de nivel y te sigue; pero a los ocho compases, has acabado tu solo y viene otro. Entonces, bajas y entras en la multitud en la sociedad. La música nos da una muy buena lección a todos, no sólo a quien sabe gozarla, tocándola u oyéndola.

Quizá la música no tiene tanta presencia en los colegios porque los políticos no se la toman en serio.
No solo no se lo toman en serio, es que ellos, como no tienen educación musical, no saben nada de música; piensan que es elitista. Ellos no saben, están fuera. La música es todo lo contrario de elitista, es para todos. Mucho antes de la globalización siempre hubo gente, hasta en África, que sentía algo con la música. El que dice que la música es elitista hace una definición de su propia ignorancia.

En 1999 creó la Orquesta West-Eastern Divan, en la que participan jóvenes músicos israelíes y palestinos.
Fue fundada con la idea de crear un foro donde músicos de toda la región: Israel, Palestina, Egipto, El Líbano, Siria... pudieran hacer música juntos y darles algo en común a pueblos enemigos. El conflicto Israel-Palestina no es un conflicto político, como mucha gente piensa, sino humano, y por eso no se puede resolver militarmente ni políticamente, sino que se resolverá, si se logra, por el entendimiento de ambos pueblos porque es un problema humano. Son dos pueblos y un solo pedazo no grande de tierra. Para resolver el conflicto deben vivir juntos o uno al lado del otro, pero no de espaldas.
Esta orquesta es un ejemplo de cómo la música puede ser una herramienta para superar conflictos. En España tenemos uno en Cataluña.

Sí, pero lo de Oriente Medio es diferente. Cataluña forma parte de España, pero existe ya. En cambio, solo uno de los dos pueblos, Israel, tiene su país, mientras el otro, Palestina, está ocupado. Cuando se habla de la solución de dos estados es una ilusión porque no hay dos estados. Palestina es un pedazo de tierra ocupado por otro estado.
¿Vislumbra una salida al conflicto catalán?
Puede haber una solución que salga de un diálogo. No conozco lo suficiente los detalles y no me permitiría emitir una opinión sobre una posible independencia o no, pero está muy claro que hay un vínculo muy cercano y permanente entre lo catalán y lo español. ¿Cómo se define ese vínculo? Eso es ya otra cosa.

Un argentino, israelí, español y palestino como usted, ¿qué opina de los nacionalismos?
En los años 30, le preguntaron al gran filósofo italiano Gramsci, cuando Hitler y Mussolini subieron al poder, si era optimista o pesimista. Dio una respuesta muy clara que me gusta mucho. Dijo: "intelectualmente, soy pesimista porque tengo la capacidad intelectual para ver el desastre que se está preparando, pero emocionalmente soy optimista porque el ser humano tiene que seguir adelante". Eso es lo que yo pienso.

¿Son peligrosos los nacionalismos?
Sí, el nacionalismo es muy peligroso y cada día lo es más por el desarrollo de los medios tecnológicos que el ser humano inventó. El ser humano tiene la capacidad genial de inventar cosas increíbles, pero una vez que ha descubierto algo, no sabe dominarlo. Toqué en Inglaterra por primera vez en los años 50, cuando empezaba la televisión, y la gente decía que aquello era un desastre y que los niños no iban a hacer sus deberes, como si la televisión fuera responsable, pero es el ser humano el que lo ha inventado. Hoy es igual con la digitalización, internet, los medios sociales y todo eso... mucho de eso es un desastre. Hoy se habla, en el mejor de los casos, de los derechos humanos y ¿quién habla de las responsabilidades? En los medios cada uno emite su opinión, sabiendo mucho o nada de algo, y eso tiene mucha responsabilidad. El ser humano inventa algo y en lugar de dominarlo se vuelve su esclavo. Ahora tenemos a billones de personas que tienen toda la información e indican sus opiniones sin tener la menor idea de lo que están diciendo y eso es muy peligroso.

¿Un director de orquesta como usted debe definirse políticamente?
No hay que limitarlo al director de orquesta, sino a toda la persona que piensa, a todo intelectual. La democracia no es solo votar, sino que también tiene que tener responsabilidades, aunque cada ser humano las entiende de una forma. Algunos piensan que es muy importante tener una opinión pública sobre la política, pero otros necesitan un aislamiento de todo lo que no es música para seguir. No hay una regla.

No le gustan las etiquetas izquierda y derecha. ¿Por qué? ¿Ya no definen la realidad política?
No definen para nada. Me acuerdo cuando empezó todo esto, fue cuando Mitterrand fue elegido presidente en Francia en 1981. Fue una revolución porque fue un socialista que se atrevió a tener cuatro ministros comunistas e hizo una política de izquierdas. En los últimos dos o tres años de su mandato, empezó a hacer una política más de centro para atraer votos de la derecha para su segunda elección. Fue el primero que empezó a hacer la política del otro para obtener más votos y con eso cada vez fue menor la diferencia entre la derecha y la izquierda. Cada partido en cada país debe tener honestidad.

¿Le preocupa el auge de la derecha populista y radical?
Muchísimo. Porque es algo que va sin reflexión, es visceral y puede hacer mucho daño.
En España el partido de derecha populista Vox lanza mensajes contra la inmigración.
El problema de la inmigración en Europa es muy grande y no hay una solución fácil. En África, habría sido más inteligente, por parte de los gobiernos europeos o del mundo, invertir energía y dinero en la educación para que la gente pudiera vivir allí. Éste es el centro y comienzo del problema. Una vez que se marchan, porque no pueden vivir en sus países, ya es una reacción a algo negativo.

Hay quien propugna, desde el populismo, que se deben levantar muros que frenen la inmigración ilegal.
Ésa no es la solución, aunque ésta es muy complicada y yo tampoco la tengo. Llevamos mucho atraso. El populismo ahora no va a traer ninguna solución. El populismo es la política de los medios sociales. No es la política de inteligencia, ni menos de la sabiduría, sino de los medios sociales.

¿A qué se refiere con medios sociales?
A que cada uno dice lo que toca sin tener ningún sentido de la responsabilidad.

La Fundación Pública Andaluza Barenboim-Said, adscrita a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, cumple ahora 15 años.
La Orquesta del Divan se convirtió en una orquesta de primerísima calidad gracias también a la actividad de la fundación de Andalucía. El Gobierno andaluz nos ofreció un hogar en 2002 y en 2004 creó la fundación y todos los ensayos todos los años se hicieron en Sevilla. Gracias al apoyo del Gobierno andaluz la calidad de la orquesta fue creciendo como una espiral. Hay muchos programas de orquestas jóvenes de alta calidad, pero son para un periodo, el verano, y al año siguiente vienen otros jóvenes. Gracias al apoyo de la fundación andaluza pudimos tener la continuidad y hacer el relevo de una generación de músicos por otra muy gradualmente. Por eso le estoy tan agradecido a la fundación y al Gobierno andaluz.

En Andalucía hubo muchas críticas cuando el Gobierno andaluz del PSOE aportó fondos públicos a este proyecto.
Cuando se hace algo públicamente, cada uno tiene derecho a criticar y hay que vivir con eso y no ocuparse demasiado porque, de lo contrario, habría que estar defendiéndose en lugar de progresar.

Cuando un gobierno como el andaluz apoya económicamente su orquesta, ¿pretende apropiarse de sus éxitos y prestigio?
El gran beneficio de nuestra relación con el Gobierno andaluz empezó en 2002 y con la fundación a partir de 2004. Desde entonces, la orquesta se internacionalizó; tenemos nuestra academia en Berlín, pero no olvidamos la generosidad de la fundación y lo que contribuyó Andalucía para el desarrollo de la orquesta. No hay que olvidar que fue en Andalucía donde los musulmanes y los judíos vivieron en paz por última vez.

¿Teme que el nuevo Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos corte la subvención a esta fundación?
Si cortan la subvención, cortan el apoyo a gente que necesita formación musical en Palestina. Espero que no lo hagan.

Usted es amigo de Manuel Chaves. ¿Cómo ve que la persona que fue presidente de la Junta de Andalucía durante 19 años termine en el banquillo por un caso de corrupción como los ERE?
Hace tiempo que no he hablado con él. Francamente, no entiendo cómo es posible. No conozco los detalles, no soy abogado ni juez, pero personalmente no me puedo imaginar que una persona de la inteligencia y sensibilidad de Manuel Chaves haya podido cometer errores graves. Y estoy esperando que salga todo bien.

Hay quien piensa que las orquestas son una ruina económica. En Andalucía los músicos han convocado huelgas.
Como no hay educación musical, la gente no entiende la importancia de la música en la vida del ser humano. No es un lujo que Andalucía tenga orquestas en Sevilla, Málaga, Córdoba y Granada. Es una razón para sentirse honrado de tener eso. Debería haber más colaboración entre las diferentes ciudades y las orquestas porque esa capacidad de tener cuatro orquestas es una condición que no todas las regiones, ni en España ni en otros países, tienen.

¿Teme a la muerte?
Le voy a contar una historia verídica. Alguien le hizo esa pregunta al maestro Andrés Segovia cuando cumplía años y éste le contestó: "Yo hablo con Dios todos los días y le digo he tocado muchos conciertos malos, pésimos, con faltas de memoria, notas falsas... y no merezco que me lleves hacia ti. Déjame aquí".

¿Qué música escucha en su tiempo libre?
Poca. Prefiero hacer la música que escucharla.

La música que suena en las listas de éxitos, como el reguetón o el pop, a sus oídos suena como...
Estoy un poco excluido de ese mundo.

Sin embargo, uno de sus hijos se dedica al pop.
Tengo dos hijos. Uno es clásico y va tocar como solista en Sevilla y el otro sí hace pop. Cuando éste cumplió 17 años, le pregunté: "¿cómo van tus cosas?" y él me respondió: "¿por qué me preguntas si no te importa lo que hago? Solo te interesa porque soy tu hijo". Y le dije: "Tienes razón, pero ¿qué tiene de malo?". 

SILVIA MORENO
El Mundo

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