ClàssicsWeb, el teu espai

Almanac

Cerca de notícies

Paraules:
Tema:
Inici: Escollir data inici
Fí: Escollir data fi
Ajuda
Verso

NOTÍCIA

Benjamin Appl: “El lied es la forma de música más hermosa”

25/9/2019 |

 

Schubert, Schumann... el barítono alemán aborda hitos del romanticismo con kristian Bezuidenhout al piano

Hace apenas tres años que Benjamin Appl (Regensbur, 1982) se presentó en el Petit Palau dentro del Echo Rising Stars. Era una estrella incipiente que despuntaba en el género del lied y la ópera contemporánea. Pero como corresponde a un último y aventajado alumno del mítico barítono Dietrich Fischer-Dieskau, Appl ha despegado meteóricamente en este breve espacio de tiempo.

Su presencia en Catalunya ha sido periódica: Nits de Clàssica fue el primer festival en traerlo, y allí ha regresado este verano con Winterreise (El viaje de invierno). Al mismo tiempo, el Life Victoria lo ha declarado prácticamente hijo predilecto. Este jueves 26 de septiembre debuta en la sala modernista del Palau de la Música dentro del ciclo de Grans Veus Lied, concierto que también promociona el Life Victoria.


Al piano se sienta un solista que brilla con luz propia, Kristian Bezuidenhout. Juntos abordarán un programa alrededor del amor, la melancolía y los celos, con lieder de Schubert, Mendelssohn y Schumann. De este último, que llegó a componer más de 120 canciones de amor, interpretarán el conocido Dichterliebe (Amor de poeta), 16 piezas sobre el Buch der Lieder (Libro de canciones) de Heine.

Quería hablar de las emociones, y el amor y el desamor son de las más humanas”

¿Te proponías brindar un hito del romanticismo alemán con Dichterliebe?

Quería hablar de las emociones. Y sin duda el amor, el desamor y los celos son de las emociones más humanas. A parte de que la música es fantástica. Dichterliebe es uno de los ciclos de lied de desamor más famosos. Como intérprete lo disfrutas tanto como el público. Sobre todo teniendo la oportunidad de hacerlo con un increíble pianista.

¿Fuiste tú quien llamó a Bezuidenhout para esta joint venture?

Sí, hacía tiempo que le admiraba, hay algo en su música antigua muy especial, y por fin hemos encontrado el momento de trabajar juntos. Hace una semana estuvimos en el Wigmore Hall de Londres. Pero fue con otro repertorio, este programa del Palau es la primera vez que lo hacemos. Trabajar con solistas añade un plus al reto.

Cantar lied con un solista como Bezuidenhout es como jugar al ping pong, tiene mucha presencia al piano”

¿En distinto?

Sí, porque lo que suena de fondo tiene una mayor presencia, su forma de tocar llena. Es como jugar al ping-pong en escena. Y obliga a un enfoque muy distinto, porque si cantas con alguien que te acompaña, este está pendiente de ti, de tus modulaciones y líneas, puedes confiar en él. En cambio, cantar con pianos solistas da una mayor naturalidad pero no tanto entendimiento, lo cual es un reto. Aunque Kris ha trabajado ya con cantantes, así que...

¿Qué opinas de que el Life Victoria trate de sacar a la luz a las mujeres creadoras de lied?

Siempre se habla sobre música de mujeres o voces de mujeres. Pero creo que si se trata de un hombre enamorado de una mujer, como es el caso de Dichterliebe, que Schumann escribió loco por Clara Wieck, la hija de su maestro, son ambos personajes los que están presentes. Es lo maravilloso de cantar poesía, que hay más de un personaje expresando sentimientos y reaccionando a los del otro. Hallar la buena manera de programar un festival es complejo, pero pienso que es mejor ir a por un tema más amplio y abstracto con el que el público pueda fantasear y tomar distintas direcciones.

Sólo hago una ópera al año, para aprender de un buen director y llevarme algún impacto dramático al lied”

Te has concentrado en el lied estos años. ¿Qué pasa con la ópera?

El lied es la forma más hermosa de música, y además me permite ocuparte personalmente de pensar los programas, decidir con quién trabajo y cuando ensayo, y establecer colaboraciones magníficas. De todos modos, estoy teniendo cada vez más conciertos con orquesta, aumentando la escala y llegando a un mayor público, por ejemplo, con las canciones de Mahler. Durante los próximos dos o tres años me dedicaré a eso. En cuanto a la ópera, hago una al año, para poder aprender de un buen director de escena y un buen director musical. Y para registrar algún impacto dramático que pueda luego llevarme a mis recitales de canciones. Busco nuevas formas de funcionar.

Tu voz ha cambiado un poco...

Es importante contar con un equipo con el que puedas confiar como cantante, una poca gente que intuya si estás cómodo en tu voz, un coach, un profesor de voz. Y sí, he cambiado de profesor de voz hace unos meses, y me siento más cómodo con lo que hago. Tiene que ver con la edad, a un barítono le llega su gloria a los 40, porque su voz crece. Y en este caso el mejor entrenamiento es tener la ocasión de actuar a menudo, para catar los límites de lo que puedes hacer. Es un proceso maravilloso y me siento en un buen lugar.

El barítono Benjamin Appl en el Palau de la Música

El barítono Benjamin Appl en el Palau de la Música (Àlex Garcia)
¿Dirías que uno de tus fantasmas es aburrirte?

No aburrirme pero sí que llegue un día en que me limite a brindar un repertorio en escena pero ya no cree. Mi fantasma es perder la conexión con la música y no enamorarme nunca del todo de lo que hago. Por eso hay que estar abierto en la vida, tener distintos pianistas, diferentes programas. Y no dejar de descubrir, mantener la inspiración fresca.

¿Y te inspiras solo con la música?

En absoluto. Una galería de arte, una conversación con amigos con una copa de vino, observar a la gente caminando... todo eso te inspira. A mis estudiantes les digo que han de ir a otros conciertos y también experimentar fuera de la música. De lo contrario te limitas.

La sala grande del Palau de la Música no se asemeja a los salones para los que estas canciones románticas estaban pensados. ¿Qué opinas?

Hay cantantes que dice que los espacios pequeños pueden intimidar, mientras que en los grandes sienten que es más fácil conectar. Hay una famosa anécdota de la soprano Elisabeth Schwarzkopf, que tenía en primera fila de un salón a una mujer que no paraba de sacudir la cabeza y ella tenía la sensación de que la desaprobaba en todo lo que cantaba. Al acabar le dijo, “¿Por qué no se ha ido si tanto odiaba mi canto?” Y aquella mujer respondió: “Qué va, es que no daba crédito a tanta hermosura”. A veces la gente no se da cuenta de que un recital de lied es una comunicación entre público y artista. Es lo que tiene de maravilloso, algo que no tiene la ópera, donde la iluminación es demasiado fuerte y no percibes a nadie. En todo caso, creo que en una sala grande se mantiene una distancia saludable.

En Londres la gente está cansada del Brexit, ya no confían en el sistema político ni en los partidos”

Llevas años viviendo en Londres. ¿Sigues pensando en instalarse en Barcelona?

Aún lo estoy mirando pero es difícil tomar decisiones. Hay demasiados aspectos en juego, como las clases que doy en la School of Music and Drama de Londres. La verdad es que en ninguna otra ciudad como en Barcelona he conectado con gente tan agradable, gente con quienes sigo en contacto. Me encanta la ciudad y su comida. Y el sol de hoy es una bendición después de los terribles días de lluvia que hemos tenido en Londres.

¿Cómo llevas lo del Brexit?

Es un lío. Y lo peor es que la nación está totalmente dividida. Se han tirado un tiro en el pie. Familias y amistades se han roto porque el asunto se ha convertido en una religión. No se puede hablar del tema. Y la gente está cansada, ya no confían en ningún partido ni en el sistema político. Es como jugar a la ruleta. Van directos a una roca y sin nadie al timón. Por suerte desde mayo soy también británico, con lo que no me pueden echar, cosa que me daba miedo. Y por otro lado sigo siendo europeo. Yo soy un fervoroso creyente de Europa. A pesar de que hay cosas que hay que trabajar, no hay ninguna razón para destruir la unión.


Más allá de la técnica me gusta trabajar a través del arte, es cuando entiendes dónde están los puntos fuertes”

¿Cómo le cambia al último alumno de Fischer-Dieskau el hecho de dar clases?

Me siento en un punto de mi carrera en que puedo aconsejar y enseñar a los jóvenes. Y me interesa, porque cuando ves que hay algo que no captan te obligas a tratar de entrar por otro lado o con diferentes palabras. Y aprendes mucho como ser humano. Aprendes sobre cómo los puntos fuertes y débiles son un espejo en el hecho artístico.

¿Psicoanálisis a través de la performance?

Más allá de la técnica o la instrucción, me gusta trabajar a través del arte, porque es cuando entiendes donde están los puntos fuertes. Por lo general los profesores se centran en las debilidades y en cómo subsanarlas. Pero en un mundo en que el individualismo sigue y sigue adelante es importante encontrar una personalidad propia en el escenario.

¿Es algo que te enseñó Fischer-Dieskau?

Él fue más bien un mentor, me enseñó cómo estar en escena, cómo construir programas, cómo encara las emociones, a qué promotores acudir. Lo admiré mucho, comparado con otros profesores que sólo critican tu trabajo pero no trabajan sobre la personalidad. Así acabas emocionalmente constreñido. Claro que también corres el peligro de estar demasiado centrado en ti mismo y olvidarte del resto... Al final todo es una cuestión de equilibrio. 

Maricel Chavarría
La Vanguardia

Catclàssics, música clàssica de Catalunya a internet