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Los cantos de balcón de las sopranos barcelonesas llegan a las Américas

26/3/2020 |

 

Begoña Alberdi conquista los informativos de Miami y Beatrice Jiménez, los de Colombia

“La vida es muy curiosa: llevo treinta años actuando en teatros como el Liceu, pero al final me he hecho famosa cantando en el balcón, en pijama y zapatillas”. La afirmación es de la soprano Begoña Alberdi, que lleva varias noches saliendo a la terraza de su casa de Barcelona a brindar un aria a cappella a la gente confinada por el coronavirus. Y gracias a los videos virales que graban sus vecinos ha acabado haciendo las Américas: la cadena Univisión de Miami la saca en sus informativos.

Alberdi lleva saliendo cada día a cantar desde que el lunes de la semana pasada se instauró en toda España el aplauso de las 20 h al personal sanitario. “Al principio fue de manera espontánea, incluso le pedía a mi marido que apagáramos las luces para que la gente no supiera de dónde venía, porque me daba un poco de vergüenza, hacía un par de meses que nos habíamos mudado a la calle Calabria”, explica.

Una soprano canta el aria de Puccini 'Un bel di vedremo' para sus vecinos confinados
Así fue como cantó, a cappella, el aria “O, mio babbino caro” de la ópera Gianni Schicchi, de Giacomo Puccini. Y se hizo viral un vídeo grabado por uno de los vecinos, en los que se oyen voces de gente que dice, “Oh, de dónde viene, oh, oh, lloro”. La emoción estaba servida. Fue a partir de ahí que la gente comenzó a pasarse el video preguntándose quién cantaba y qué era aquella música.

“Y a partir de entonces me llegan mensajes a diario preguntándome si hoy saldré. Como hacemos un Instagram Live, más allá de los vecinos que me oyen cantar en vivo y en directo –hay incluso un hasthag vecinos de Begoña Alberdi–, hay gente que me sigue por las redes cada día a las 20 h. Lo he hecho cada día, y si el estado de alarma se alarga y estamos confinados quince días más, pues serán quince días más que saldré”, explica al teléfono.

¿Qué cantará hoy miércoles? “Esta noche haré Turandot , un aria de las de Liù, ‘Signore, ascolta’, que es muy chula y además ha sido petición popular. Porque además la gente me hace peticiones. Esta y ‘Vissi d’arte’ de Tosca han sido las más solicitadas. Claro, porque la gente no se imagina lo difícil que es cantar desde el balcón. Si ya lo es desde un escenario, imagínate..”

Además las condiciones meteorológicas no son las más favorables. Ayer martes, por ejemplo, soplaba viento, y cantar de noche y con frío al aire libre contradice todas las normas de cuidado de la voz. “Exacto, mis alumnos ya no van a creerme más, ja ja. Pero bueno, esto no es un concurso de canto, sino una forma de pasar un rato agradable”, argumenta la soprano.

Lo cierto es que el interior de manzana en el que canta, el llamado Pati de les Salesianes –el que amagan las calles Calabria, Sepúlveda, Rocafort y Gran Vía en la capital catalana– le proporciona una acústica impresionante. “Efectivamente, cuando veo alguno de los videos me doy cuenta de que es un auténtico teatro romano. Porque desde el balcón no tengo esta sensación, lógicamente. Lo bueno de los teatros de ópera es que la acústica retorna para que tu te escuches, pero en el balcón tú solo tiras millas...”

¿Cuál es el mejor repertorio para este tipo de acústica y público?, le preguntamos. Las arias más conocidas, claro, y no demasiado larga. “Y las que tengan poco acompañamiento instrumental, y en este sentido las que van mejor son las de Puccini, pues la música dobla la voz, y siempre la voz está presente. Sólo en una ocasión, en Madama Butterfly, me puse acompañamiento para escucharlo yo desde el interior de mi casa, por cuestiones de tempo”.

Beatriz Jiménez Marconi – 'O sole mio' desde el balcón
Alberdi no es la única que ha tenido el impulso de contribuir cantando tras los minutos de aplaudos de las 20 h. en la capital catalana. También la soprano Beatrice Jiménez está abonada a cantarle al vecindario en Barcelona. Y de sus videos virales se han hecho eco medios en Latinoamérica, como la televisión nacional de Colombia, u otros medios de Uruguay y Ecuador.

Confinada en la calle General Mitre, el ruido del tráfico –a pesar de la menor circulación– no juega a favor de sus pequeñas actuaciones, de ahí que se reserve sobre todo para los fines de semana, cuando seguro que no pasan tantos coches. “Pasé unos días con dolor de garganta –comenta–, pero a poco que pueda salgo porque tengo a los vecinos súper animados”.

De hecho, ha pensado que en la parte de atrás de la casa, en el jardín comunitario, la acústica sería mucho mejor, pero “con lo motivados que están ahora los vecinos de Mitre, ¡cómo les digo que me voy al otro lado! Además, cuando dejan de pasar coches se oye súper bien”, ríe. La llamada de La Vanguardia la pilla a punto de hacer una prueba de conexión con la escuela italiana de sus dos hijos, con los que la escuchamos hablar en esa lengua.

Efectivamente, esta artista medio italiana, con familia en Génova y Milán, explica que su familia está viviendo el coronavirus desde que comenzó la Settimana Bianca para los niños. Más aún, desde que tuvo que suspender la gira que tenía planeada por cinco teatros de China junto a el tenor Albert Deprius y el pianista Josep Buforn, y que ya en enero fue cancelada.

Tampoco es extraño que estos días le apetezca ofrecer desde el balcón sobre todo canción italiana. “Cosas como ‘Il soldato innamorato’, que se la oía cantar a mi tía, de cuando en la Segunda Guerra Mundial los italianos iban al frente. Vídeos como el de “O sole mio”, se han hecho también virales, si bien explica que eso a ella la ha pillado por sorpresa.

“Ni siquiera tenía Instagram, ahora he tenido que crearme una cuenta. Nunca había usado el Messenger, y un día descubrí que tenía 45 mensajes de gente que me pedía una entrevista o me hacía peticiones. Me piden mucho el Ave Maria. Porque, mira, independentemente de la viralidad, a mí lo que nunca me había pasado es ponerme a llorar con los mensajes que recibo. Hay gente que me envía incluso composiciones”.

Un señor de Cádiz, explica Jiménez, le envío un Ave Maria; una periodista tipo Maria Teresa Campos, pero de Portugal, la buscaba para que les dedicara una canción. “Tanto decirles a mis hijos que no pueden subir cosas a Internet, y ahora en el canal latino de una cadena estadounidense tengo medio millón de visitas... Y recibo mensajes hasta de Ecuador... muy emotivos, diciéndome que necesitan iniciativas como esa. Será que estoy muy sensible con lo que está pasando, pero el otro día estaba ya llorando”. 

Maricel Chavarría
La Vanguardia

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