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Max Richter: «Me gusta que la música tenga utilidad práctica»

28/7/2020 |

 

https://www.abc.es/cultura/musica/abci-richter-gusta-musica-tenga-utilidad-practica-202007280034_noticia.html

Artífice de bandas sonoras de series televisivas como «The leftovers» y «Black mirror», el cotizado compositor alemán presenta esta semana «Voices», su último disco

El compositor alemán afincado en Reino Unido Max Richter es uno de los más cotizados de la actualidad. Esta semana presenta nuevo disco, titulado «Voices», en el que mezcla instrumentos de tradición clásica, música electrónica y la voz de Eleanor Roosevelt leyendo la Declaración de los Derechos Humanos, fiel al que ha sido su estilo desde su primer disco en solitario, «Memoryhouse» (2002).

De formación eminentemente clásica, Richter exploró la música de vanguardia de la mano de maestros como el italiano Luciano Berio, y entre sus influencias más directas se cuentan el minimalista Philip Glass y Arvö Part. Tras una etapa experimental, encontró su camino entre la música tonal y la electrónica. Al hacerlo, encontró también un público que se ha convertido en un ejército de fans. De su música se hacen videoclips, como el que protagonizó Elisabeth Moss (la protagonista de la serie «El cuento de la criada»), y sus obras las interpretan músicos de la talla de la violinista Hilary Hahn, el pianista Lang Lang y el director Daniel Hope.

Tras convertirse en un superventas con su recomposición de «Las Estaciones» de Vivaldi, nos ayudó a dormir con su «Sleep» y nos quitó el sueño con la banda sonora de series televisivas como «The leftovers» y «Black mirror». Ahora, con «Voices», se ha propuesto hacernos reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. La pandemia lo sorprendió cuando tenía todas las pistas de audio grabadas, de modo que durante el confinamiento pudo seguir trabajando en la postproducción del disco y su lanzamiento.

-¿Cómo ha sido trabajar en estos primeros meses de pandemia?

-Para los músicos, como para todo el mundo, ha sido duro a nivel personal y a nivel profesional. Yo soy relativamente afortunado, porque soy compositor, pero está siendo mucho para las orquestas y los solistas. Tendremos que parar y valorar qué es lo que realmente importa, y confío en que podamos sacar alguna enseñanza positiva de todo esto.

-Cuando empezó a preparar este disco no podía saber que se lanzaría en el contexto de las protestas contra el racismo y la lucha contra el coronavirus, pero igualmente aborda estas cuestiones.

-Los Derechos Humanos y la Justicia Social siempre son temas de actualidad porque siempre están bajo amenaza. Yo me propuse ver la Declaración de los Derechos Humanos a través de la mirada de nuestro tiempo, y hacerlo uniendo a la declamación en inglés el tratamiento sonoro de hasta setenta voces leyéndola en setenta idiomas diferentes. Es una invitación a la reflexión sobre la pandemia, los populismos políticos, el autoritarismo... Y más importante aún, sobre la situación de las políticas raciales, el movimiento «Black Lives Matter».

-¿Cómo decidió escoger este material de base?

-La obra se empezó a gestar hace unos diez años, a la sombra de los hechos de la prisión de Guantánamo. Cuando leí acerca de lo que estaba pasando ahí me quedé impactado. Como respuesta escribí «Mercy», que es la última pieza del nuevo disco. Lo hice buscando un lugar para mi propia reflexión. A partir de ahí, fue evolucionando un trabajo de mayor envergadura. La idea de incorporar la Declaración de los Derechos Humanos responde a la voluntad de hacer una obra que aborde los problemas, pero sobre todo se centre en las soluciones. Quise ofrecer un mensaje positivo, algo esperanzador de cara al futuro.

«Para mí, las obras musicales son también un lugar para pensar. Yo uso la música para pensar»
-Para mí, las obras musicales son también un lugar para pensar. Yo uso la música para pensar. En el caso de «Voices», alterno la lectura de un texto y secciones musicales. Así brindo un espacio musical, que se percibe más bien como un espacio emocional, para reflexionar sobre los textos. Una de las cosas que la Cultura puede hacer por la sociedad es proveernos de estos espacios.

-No es el primer compositor que lanza un mensaje político a través de la música. ¿Cuáles señalaría como sus referentes?

-La idea de la música como pensamiento o filosofía es muy antigua. Por ejemplo, la Novena de Beethoven es el resultado del trabajo de un activista al cien por cien. Las sinfonías de Mahler tienen un programa humanitario, y también tiene mensaje político mucha música de la primera mitad del siglo XX. En términos de materiales musicales, los minimalistas tienen también un cierto carácter reflexivo, contemplativo. En Pärt hay mucho espacio, y mientras se interpreta su música tienes la oportunidad de reflexionar sobre ella al mismo tiempo.

-¿Hasta qué punto es necesario para usted que la música sirva para algo más aparte de lo estrictamente musical?

-Me gusta la idea de que la música tenga un componente de utilidad práctica. En el Barroco y el Clasicismo es algo habitual: música para bailar, serenatas nocturnas, etc. Después, en el Romanticismo, pasa a ser una expresión del ego. Mi disco «Sleep» tuvo mucho de esta recuperación de la utilidad, es un espacio musical para la pausa, unas minivacaciones: ocho horas, música inmersiva, con tonos en frecuencias bajas, para acompañar el sueño.

-Incluso su recomposición de las «Las Estaciones» tiene algo de reflexivo.

-Estoy de acuerdo. Quise establecer una relación creativa con este trabajo antiguo, traerlo a la vida a través de mí mismo. Una pintura, una escultura, una novela, te aportan luz, no son un final, te hacen iniciar un proceso. Es lo bonito de la Cultura, que nos permite tener esas conversaciones con personas a las que no hemos conocido.

-De «Voices» sorprende la orquestación. En la sección de cuerda los instrumentos agudos (violines) ceden protagonismo a cellos y contrabajos, en contra de la tradición e incluso de la física del sonido.

-Quería reflejar mi respuesta a la situación que vivimos de una manera muy directa: se ha vuelto todo del revés. Invertir la orquesta es además un reto como compositor, no es sencillo precisamente porque nuestro oído está predispuesto a escuchar mejor las frecuencias más agudas, e invertir esta tendencia es un verdadero puzzle. Pero quería ser capaz de hacer algo luminoso a partir de este material oscuro. Esta es, en cierta medida, la cuestión con la que todos nos enfrentamos ahora.

-¿Considera que ha logrado superar el reto con éxito?

-Nunca tengo la sensación de haber tenido éxito. Las obras nunca están acabadas, simplemente las has abandonado o ha llegado la fecha de entrega. Sin las fechas límite no acabaríamos nunca nada. En el fondo son buenas, porque te permiten seguir avanzando, volver a fallar, y fallar cada vez mejor. 

Pep Gorgori
Abc

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