ClàssicsWeb, el teu espai

Almanac

Cerca de notícies

Paraules:
Tema:
Inici: Escollir data inici
Fí: Escollir data fi
Ajuda
Verso

NOTÍCIA

El Liceu reabre con protocolo anti Covid y las grandes voces de Beczala y Radvanovsky

27/9/2020 |

 

https://www.lavanguardia.com/musica/20200925/483651143821/liceu-recital-radvanovsky-beczala-protocolo.html

El tenor polaco y la soprano canadiense dicen estar más en forma que nunca tras el parón de la pandemia

El Liceu reabre este domingo con el anunciado recital de la soprano Sondra Radvanovsky y el tenor Piotr Beczala, dos cantantes de relumbrón que en condiciones normales habrían estado inaugurando en estos momentos la temporada de la Metropolitan Opera House de Nueva York. El coronavirus, no obstante, les liberó el calendario y el Gran Teatre estuvo presto a contratarles para un reinicio sonado con un repertorio verdiano y verista, para el que el coliseo lírico ha desplegado un férreo protocolo anti Covid que no sólo busca tener en cuenta la seguridad sino la sensación de confianza que ahora mismo precisa el público para reencontrase con la cultura en general y la ópera en particular.

“Les ofreceremos el mejor recital posible, y el hecho de que no haya descanso no significa que cantemos menos, al contrario, queremos cantar más”, ha afirmado Radvanovsky, para quien esta será la segunda vez que suba a un escenario –la primera fue también en España, en A Coruña– desde que comenzara el confinamiento. Artista muy querida en el Liceu desde que debutara en Aída en el 2012, e interpretara después Tosca, Norma, Poliuto, Andrea Chénier y Luisa Miller justamente con Beczala, ha participado en unas cuantas producciones junto al tenor polaco.

Tanto la soprano como el tenor se muestran encantados y agradecidos por poder reencontrarse con el público de Barcelona y aseguran que tras el descanso forzoso provocado por el coronavirus se encuentran más en forma que nunca. Radvanovsky ha revelado que justo antes de estallar la pandemia se planteaba tomarse un año sabático, estaba exhausta, habiendo debutado tres papeles en una temporada, por lo que agradece estos meses en los que junto a su marido ha podido pasar meses en casa. “Hemos hecho hasta un huerto”, asegura.

Por su parte Beczala, al que ya se había visto en este coliseo cantando Fausto, Werther y Un ballo in maschera, ha tenido más posibilidades de trabajar desde su enclave europeo. “Pasé cuatro semanas seguidas en mi casa de Warsovia, cuando lo normal es pasar 4 días al año, pero enseguida empezaron a haber propuestas, festivales de verano en Viena y en la misma Polonia”, advierte.

“Para los mitómanos de la lírica, esa combinación de parejas importantes de la ópera es tremendamente seductora”, ha asegurado el director artístico del teatro, Víctor Garcia de Gomar. “Ejemplos legendarios son Caballé y Domingo, Tebaldi y Del Monaco, Sutherland y Pavarotti... Y poder unir a esas dos voces virtuosas, con personalidad, carisma y una enorme generosidad, es un gozo para esta casa. Entrarán en su programa casi sin anestesia, pues de entrada Piotr nos sitúa en la gran aria de Rodolfo de Luisa Miller, y luego Sondra entra con ‘Pace pace’ de La forza del destino. No creo que pueda haber aria más difícil para empezar un recital”.

En cuanto al repertorio, “pensamos en Verismo y Verdi porque es la música que más nos habla –apunta la soprano–, para nosotros son piezas significativas que nos resuenan ahora que el mundo sufre. Y además Piotr intentará cosas nuevas, como el ‘Vicino a te’ de su debut en Andrea Chérnier.

“De hecho hay más verismo que Verdi, pero es una fabulosa combinación con altas dosis de tensión y pasión”, añade el tenor. Y es cierto que canto ‘Vicino a te’ pero no sé si estaré tan ‘vicino’ de la soprano en esta ocasión, pero no se preocupen que no cambiaremos el texto.

La Covid-19 ha mermado gravemente su trabajo, pero tanto Beczala como Radvanovsky lamentan especialmente que los artistas jóvenes, que todavía no tenían una carrera afianzada, se vean ahora mismo con dificultades para llegar a fin de mes y con un futuro muy incierto.

En cuanto a las condiciones en las que se encuentra España dentro de la situación planetaria, ambos han negado que hayan tenido dudas y hayan recibido críticas por no negarse a cantar aquí. Radvanovsky, que luego tiene previsto ofrecer algunas funciones de Un ballo in maschera en el Teatro Real, ha asegurado que, si bien “es cierto que España está en peor situación que otros lugares de Europa, a mí se me dijo que se extremarían todas las precauciones. Y para mí Barcelona significa mucho, mi corazón está en este teatro”.

“Aquí todo el mundo mantiene la distancia y lleva mascarilla, está todo muy bien organizado, no me importa que haya gente a la que le disguste que venga a España o a cualquier otro país con Covid, que ahora mismo es el mundo entero. He quedado maravillado por cómo en el aeropuerto la gente se comportaba y te pedían la documentación. Hemos de confiar en que todo el mundo hará lo necesario para no poner a nadie en peligro”, ha añadido Beczala.

El teatro ha puesto en marcha unos protocolos de seguridad que incluyen desde el uso de mascarilla obligatorio y dispositivos de gel, hasta indicadores y señalización extra y detectores de temperatura que funcionan de manera discreta y automática. Para el Gran Teatre, un recinto con pasillos en ocasiones estrechos, “es crucial minimizar los movimientos y que el público respete el metro y medio de separación en todos los desplazamientos”, ha indicado Valentí Oviedo, director general de la institución.

De esta manera, no sólo se efectuarán de manera escalonada las entradas y salidas del teatro –las puertas se abrirán una hora y cuarto antes de comenzar la función y estará indicado en la entrada la hora de acceso– sino que se mantendrá el telón abierto durante los entreactos para que el público que no desee salir pueda presenciar los cambios de escena.

Por otra parte, el servicio de catering será distinto: los tickets habrá que adquirirlos antes de comenzar la función con un límite para 21 mesas en el Saló dels Miralls y 50 en el Foyer, con capacidad para cuatro personas por mesa siempre y cuando sean personas de una mismo núcleo de convivencia. En el caso de que accedan personas solas o en pareja, el resto de la mesa quedará desocupada.

También la distribución de la gente en las butacas sigue la normativa vigente del Procicat, con dos butacas juntas para personas que son grupo de convivencia seguidas de una libre a derecha e izquierda. La gente que acuda sola también dispondrá de separación en el recital del domingo y también en las dos funciones de Il trovatore en versión concierto, que tendrán lugar a inicios de octubre.

Ahora bien, el Gran Teatre mantiene su propia variable restrictiva de mantener el aforo al 50%, por mucho que esta semana se haya autorizado llegar al 70%. Al mismo tiempo, siendo muy probable que en los próximos días el nivel de control de la pandemia en la capital catalana suba a 3, se aplicaría el último plan del Procicat que limita todo aforo a mil personas. Previendo esto, el Liceu ha solicitado al departament de Cultura la posibilidad de mantener las 1.144 butacas que suponen la mitad de su aforo, esto es, 144 más de lo permitido en caso de subir la ciudad a nivel 3. “Es una diferencia mínima pero sería la manera de que Il trovatore, que ya está vendido, no se viera afectado por la medida”, apunta Valentí Oviedo.

“Este es un día muy bonito, tenemos que felicitarnos porque el Liceu reabra tras casi siete meses cerrado. Aunque su alma ha estado repartida por los festivales de verano, por las actividades online y en el concierto inaugural de Montserrat, la sala ahora mismo se sonríe”, ha señalado Oviedo.

El teatro ha repensado además los servicios dentro de la casa: habrá más personal de seguridad para garantizar los flujos dentro del teatro. También hemos incrementado el servicio de prevención para velar por el control de temperatura de todo el público. Y se ha reforzado la atención al abonado y al espectador in situ, “porque las reubicaciones pueden levantar dudas”. Así, en cada planta habrá una persona de atención al público que será la misma que haya gestionado previamente ese cambio de butaca.

Con la previsible resolución del departament de Salut que limitará a mil personas los aforos teniendo en cuenta la situación pandémica de Barcelona, el Liceu ya cuenta con que a partir de Don Giovanni, la primera ópera representada de al temporada, no superará las 1.144 butacas ocupadas de aquí a Semana Santa. “Tenemos que contribuir a la idea de que venir a un espacio cultural es seguro y nos tomamos muy en serio lo que está pasando. Estamos trabajando con Bureau Veritas para que después de la función del domingo certifique que estamos cumpliendo las normas. Así es cómo funciona la logística. Generar confianza es vital para el propio futuro del Liceu”, ha concluido Oviedo. 

Maricel Chavarría
La Vanguardia

Catclàssics, música clàssica de Catalunya a internet