18/4/2009 |
Desde el próximo lunes, y hasta el 2 de mayo, el Liceo de Barcelona acogerá el estreno mundial de La cabeza del Bautista, ópera de Enric Palomar que Carlos Wagner ha adaptado textual y escénicamente a partir de una obra de Valle-Inclán. Cuando el compositor fue convocado, hace unos meses, en el Liceo para negociar el encargo, Joan Matabosch, su director artístico, destacó la idoneidad de una novela tan coral a su modo de trabajar. Porque Palomar es un pluriempleado del acorde, un compositor devenido entre los rigores de la música de cámara y los relentes del jazz y el flamenco, que aparecen en este nuevo trabajo, con ritmos de fandango, soleá, tiento y bulería. El libreto cuenta los días de Don Igi, un indiano regresado a la Galicia rural de principios del siglo XX, a quien sobrevienen las felonías del pasado. Una historia a ratos macabra y tenebrosa, de parámetros inequívocamente hispánicos. “Por eso -señala Encinar- he intentado dotar mi ópera de señas de identidad que conecten con este tipo de arraigamiento. Lo que Lutoslawski llamaba maison connue”. El peso musical recaerá en el sólido Josep Caballé-Domènech, a cargo de la soprano ángeles Blancas, el barítono Alexander Marco Buhrmeister y el tenor José Manuel Zapata.
El Cultural